La era de la información

Seguramente habrás oído que ya desde hace algunos años vivimos en la era de la información. Datos, estadísticas, cuentas, actividades, toda acción humana deja un registro sobre soportes digitales que recorre el mundo instantáneamente y que, precisamente por su amplia exposición y el uso de redes, está expuesto a sufrir las violaciones a la privacidad de su contenido. Es esa la razón por la cual la industria de los antivirus y el bloqueo de hackers ha crecido de tal manera que esta parece ser mayor que las innovaciones que surgen en el resto de la industria informática. A pesar de la presencia avasallante y total de las nuevas tecnologías, aún el papel sigue usándose como soporte y resguardo de valiosa información y este hecho genera un problema de seguridad para que los datos que contienen no caigan en manos indebidas.

Deshacerse del papel destrucción confidencial

En el caso de las grandes industrias, todos los papeles que emplean para procesar las nóminas, las facturas, los informes y los documentos sobre procesos, estados financieros y clientes, entre otros, se resguardan en papel durante algunos años por mandato de ley. Luego de cierto tiempo, esta documentación puede ser desechada, pero el carácter confidencial de la información que contienen impide botarla así sin más en la papelera. Para deshacerse de estos papeles, las industrias deben procurar destruir la información para que no pueda ser usada por terceros. En tal cantidad de información pueden encontrarse datos acerca de cuentas bancarias de clientes, dirección de habitación, números de teléfono, estados de cuentas, incluso información confidencial de la industria que puede ser usada por la competencia. Por ello es imperativo destruir el papel para preservar la confidencialidad.

¿Qué hacen las grandes industrias con su papel?

Cuando una gran industria debe deshacerse de gran cantidad de papel sin poner en riesgo la confidencialidad, puede contar con varias opciones para encontrar una solución. Dependiendo del volumen de papel, puede encargarse ella misma de destruir el papel sumergiéndolo en agua hasta que se convierta en pasta. Podría también incinerar el papel, cuidando de las consecuencias del humo y buscando un lugar apropiado para ello. También existen máquinas trituradoras que en pocos segundos convierten las hojas en finas tiras de papel. Si el volumen de papel es enorme, o no sabría cómo manejar luego los desechos generados por la destrucción, existe también la opción de contratar los servicios de empresas especializadas en destrucción confidencial de documentos. Sea cual sea la opción a elegir, lo importante es siempre estar precavidos ante el robo de información.